Una pequeña odisea en la historia del sector minero aurífero del Perú

El oro en el territorio peruano ha tenido una transcendencia infinita desde la aparición de sus primeras civilizaciones. A partir de aquellos momentos primigenios hasta la llegada de los españoles el oro nunca fue utilizado como medio de cambio ni representaba riqueza alguna, sino más bien, fue de gran provecho para ensalzar los motivos religiosos de chavines, moches, waris, tiahuanaquenses e incas, entre muchas otras culturas que se abrigaron en el seno de nuestro Perú haciendo notar su nacimiento, apogeo y decadencia. ¡El oro era lo que más se acercaba a parecerse a su dios e incluso era parte de él, el oro era como ellos lo llamaban: EL SUDOR DEL SOL!

En aquellos tiempos denominados precolombinos o prehispánicos había oro allende y oro aquende. ¡Oh fuerzas sempiternas, cuánto oro había! Aquellas llamas tan abrasadoras que rodeaban al dios sol hacían que su sudor se esparciera sobre todos los dominios de sus respectivos soberanos. Aquel sudor, que más que poder, representaba un don celestial.



No hay río sin oro, dijo el cronista Herrera, debido a que las fuentes de dicho metal se encontraban interminablemente en lavaderos y acequias de los ríos, como también de vetas subterráneas, tomando la forma de polvo, pepitas y granos. No había necesidad de emplear la actividad minera en sí (la cual transforma la naturaleza), a causa de tanta abundancia. El oro, que posteriormente provendría de la minería se encontraba en territorios fríos y/desolados como son parte de la extensión de la Cordillera de los Andes, cuya extensión se podía considerar, según el naturalista alemán Helms, como un laboratorio inagotable de oro y plata.


"Chavín representa la época que da inicio al uso de los metales. La producción metalúrgica comienza con el oro y casi simultáneamente con el cobre nativo en sitios ligados a Cupisnique y Chavín, a pesar de que la evidencia más antigua de objetos de oro en los Andes centrales se remonta 1 500 años antes de la era cristiana en la región de Andahuaylas, en la sierra sur del Perú."
Luis G. Lumbreras




Que mejor evidencia del oro moche sino es el del poderío que representa El Señor de Sipán.

¿Y quién no conoce el tan representativo TUMI de la cultura Lambayeque o Sicán? Aunque de los Sicán no fueron los primeros, (en la cultura Moche ya hay evidencia de ello, los chimúes e incas también lo utilizaron) pero sí los más conocidos.

Y ni que hablar del oro Inca.

La tragedia del doré empezaría con el advenimiento del viejo mundo, aquellos caballeros, que veían en el oro el símbolo de la más poderosa gloria, del placer, la riqueza, y sobre todo EL PODER COMPRARLO TODO CON ÉL: los españoles.
Fue así como surgió el radicalísimo cambio de la función que tenía el oro en territorio Inca. Pasó a ser de Sacro a un líquido medio de cambio (dinero). Como lo diría Willian Shakespeare o Karl Marx, el oro se convirtió en "la puta universal" porque no reconoce diferencias, todo le da lo mismo. La vez primera en que los incas utilizaron el oro como medio de cambio fue con el rescate de Atahualpa, donde entregaron gran cantidad de oro a cambio de que se les devolviera a su soberano.
A partir de este principio es que empieza el saqueo de todas las guarniciones auríferas, quedando así desabastecida la fuente proveniente de los LAVADEROS de ríos y VETAS SUBTERRÁNEAS. He aquí el inicio de otro cambio importantísimo en nuestro territorio, pues al no encontrarse ya oro en los templos, ni en los lavaderos, ni en las vetas subterráneas; se decidió tomar otra medida tan conocida por los europeos, aquella medida que TRANSFORMA a la misma naturaleza: La Actividad Minera.

Los incas ya habían practicado la minería, pero no la propiamente dicha. El inkario sólo se limitaba a extraer el doré de la SUPERFICIE las vetas subterráneas, no se excavaba a PROFUNDIDAD. Es por ello que, quizá, no me atrevería llamarla actividad minera como tal, ya que no transformaba la naturaleza. Pero la minería que practicaron los españoles, hizo que surgiera, quizá, por vez primera EL OPACO después de tanto DORADO.
En el periodo colonial desde el año 1525 hasta el 1796, murieron 9’391’106 indígenas a causa de la explotación española, es decir más del 93% de la población indígena sucumbió ante los trabajos forzados en condiciones infrahumanas, haciendo hincapié en que más de la mitad de estos indígenas murieron a razón de la minería. Nuestros antepasados españoles fueron muy felices con el sufrimiento de nuestros antepasados indígenas. El trabajo forzado se rigió bajo el sistema de la mita incaica, sufriendo esta una terrible mutación. La nueva mita colonial en contraste a la incaica se diferencia en los puntos que resumo a continuación:
No se utilizaba para el beneficio colectivo sino privado, mucho menos para el beneficio de los indígenas.
No se tomó interés a la salud del mitayo, en lo absoluto interesaba si el mitayo podía resistir o no al trabajo sometido.
Los mitayos eran obligados a trabajar sin redistribución alguna.
Los mitayos empezaron a tener carácter de esclavos (aunque no lo eran) ya que la riqueza se empezó a medir por la cantidad de mitayos que cada uno tenía.

La mita minera es la que nos interesa. La historia de nuestro oro, está íntimamente ligada a la de nuestra plata, conocida por los incas como las lágrimas de la Luna; ya que la primera mina, ubicada por los españoles empleando tortura sobre los indígenas (esos fueron Gonzalo Pizarro y Diego Centeno) fue el yacimiento argentífero de COLQUE POCRO. A sus alrededores abundaba el oro escondido también. El hecho es que a diferencia de los métodos de explotación de los incas que sólo extraían los metales preciosos hallados en la superficie, los españoles la hicieron a profundidad siguiendo la ruta del mineral. Los socavones que se construían eran muy estrechos, oscuros y sin suficiente ventilación; en estos túneles profundos y angostos, eran frecuentes los estados de asfixia de los pobres mitayos, que sólo recibían como un paliativo momentáneo el permiso de salir a la superficie hasta su reanimación, para luego ser devueltos a las profundidades de la mina.



“El mineral se extraía de los socavones en atados de cuero y por medio de escaleras. Cuando ocurrían inundaciones, el agua era sacada en recipientes y a lomo humano. Para la iluminación se usaban velas de sebo, que en las honduras se apagaban por falta de oxígenos y que, en todo caso repletaban de humo los socavones, haciendo irrespirable el ambiente.” Virgilio Roel

(Para leer un relato fiel sobre el trabajo de los mitayos en las minas, buscar en el siguiente link http://www.hi5.com/friend/profile/displayJournalDetail.do?ownerId=61473761&journalId=94166957 )

Ahora demos un brinco al presente. A partir del gobierno de Alberto Fujimori Fujimori, se establecieron una serie de reformas que modificaron la estructura de la política económica, cuyo cambio fue del proteccionismo al neoliberalismo. Se liberalizaron los mercados, es decir se dio paso a que nuestro país forme parte, de manera más interactiva, de los cambios mundiales a nivel económico, social, político y cultural. Con un gran incentivo en las negociaciones internacionales: aumento del comercio exterior (exportaciones e importaciones), inversiones extranjeras directas (privatizaciones, transnacionales), franquicias, etc. Este nuevo modelo generó crecimiento y bienestar al país, con sólo decir que el PIB del Perú creció en 12,8%, porcentaje no alcanzado hasta el día de hoy. Muchas otras CIFRAS MACROECONÓMICAS HAN CRECIDO Y SIGUEN CRECIENDO tras las gestiones sucesivas de Alejandro Toledo y Alan García, quienes continuaron y reimpulsaron el modelo económico establecido por Fujimori.

En contraste con dicho crecimiento, los conflictos sociales, las huelgas, los paros, las manifestaciones hasta el día de hoy siguen en pie de lucha. Entonces ¿dónde queda el susodicho crecimiento? Muchos tal vez argumenten, que en todo gobierno siempre habrá críticos y sectores menos favorecidos. Perfecto. Y que es imposible que el gobierno satisfaga la NECESIDADES ILIMITADAS de todos los sectores del país ante los RECURSOS LIMITADOS que posee nuestro país. Bacán. Pero aún así esas respuestas no justifican los conflictos suscitados por las empresas mineras que han generado malestar social: explotación e irresponsabilidad laboral, contaminación, corrupción en la comunidad local. Una serie de factores que ha hecho que se levante no uno sino cientos a protestar. Si las comunidades se levantan no es porque se les ocurre desprestigiar al gobierno, ni en su defecto, porque obedecen a un fanático líder antisistema, más allá de todo, la comunidad se levanta porque siente que UNA NECESIDAD DE SUMA URGENCIA para ellos, está siendo violentada por LA NECESIDAD PRIVADA de un poderoso, de alguien con el que no se puede llegar a un acuerdo y mucho menos comunicar.

No quiero aburrir a nadie y es por eso, que a continuación, he puesto algunos videos puntuales, que les conceda de la mejor manera una vista al escenario minero del Perú.









El TucuyRicuy no está en contra de la inversión extranjera, no está en contra de las concesiones mineras, ni de la privatización, (porque todo ello significa implementación de tecnología de punta en nuestro país, la cual genera eficiencia, crecimiento y bienestar) el TucuyRicuy está en contra de la falta de responsabilidad de las empresas con este trío sensible, el trío al que realmente se le debería dar las GRACIAS por conceder EL SUDOR DEL SOL al mercado mundial.

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